viernes, 6 de septiembre de 2013

Día 25 - Calatorao - La Muela

Hoy hemos descansado mejor gracias a los colchones que nos dejaron para dormir, a la salida del centro nos esperaba Antonio que nos guió hasta la vía de servicio para continuar nuestra marcha diaria.
El camino parecía ser bueno pero eso solo era el principio, lo duro estaba por empezar.
Después de una hora aproximadamente nos paramos a desayunar como cada mañana en una cafetería que estaba próxima a una gasolinera.
Ahí nos tomamos unos cafés y alguna tostada para comenzar bien nuestro día.
Al acabar y seguir caminando vario kilómetros, hubo un tramo en que el camino se unía a la autovía por lo tanto teníamos que saltar la valla que lo rodeaba pero Nani y yo optamos por arrastrarnos  por un pequeño agujero  que nos permitía pasar.
El sol apretaba y con ella la calor ,se veían ya las primeras cuestas pero antes de subirlas decidimos hacer un descanso de diez minutos para tomarnos una pieza de fruta en una de las muy pocas sombras que había.
Varias cuestas empinadas seguidas y en una de ellas, mi compañero Antonio y yo la subimos corriendo pero yo tuve que parar a mitad porque el peso de mi mochila me lo impedía.
Pasamos por una especie de valle-montaña que se subía caminando en espiral formando un caracol.
Apenas paramos por ese tramo porque no había sombra y en tal caso de haberlo hecho podía haber sido peligroso porque nos podría dar una insolación.
Cruzamos un campo lleno de molinos eólicos aunque algunos estaban parados pero eran gigantescos con sus enormes hélices.
A la entrada, se podía observar bastantes bloques de pisos, locales y centros abandonados a los que se les denominaban "edificios cadáveres".
Miles y miles de euros invertidos para que en vez de ser de utilidad estén deteriorándose lentamente sin dar ningún uso.
Llegamos a un polideportivo antiguo en malas condiciones porque las concejalas (imputadas por corrupción) no querían que utilizáramos el polideportivo nuevo y que apenas utilizaban a pesar de que estuviera abierto.
Ventanas rotas,muchísima falta de higiene, insectos por todas partes, techos estropeados,luces que no funcionan, suelos con verdina y mil cosas mas.
Conocimos a Esther y Andrés que nos invitó a tomar unos refrescos y unos aperitivo mientras manteníamos unos minutos de charla.
La camarera de ahí, se alegro de vernos al saber que éramos los de la marcha.
Después de estar un rato con ellos, fuimos a asearnos hasta que Esther y su marido (Pedro Bartolome) llegaran a por nosotros para llevarnos a almorzar.
Allí comimos ternera,lomo,cordero entre otras carnes acompañado por un huevo frito con patatas y pimientos.
Mas tarde nos echamos una pequeña siesta para descansar y a la tarde como hacia mucha calor, decidimos salir fuera a tomar el aire con unas cuantas sillas y una mesa para ya de paso tomarnos unos aperitivos.
Un hombre que se enteró de que estaba nos ahí, fue a vernos acompañado por su hija para darnos animos.
Estuvimos con él un rato, luego a la hora de cenar nos hicimos unos bocatas y estuvimos un rato mas despiertos porque la calor era inaguantable,tuvimos que abrir una de las puertas para que hubiera algo de corriente hasta que cogimos el sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario